Economía

Tras críticas de Javier Milei, economista chileno Rodrigo Valdés deja de ser el vínculo del FMI para negociar con Argentina

El mandatario trasandino ha embestido en distintas ocasiones en contra el ex ministro chileno. "Tiene mala intención manifiesta", señaló Milei en una ocasión.

El economista chileno y director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Valdés, dejó la negociación con Argentina y «delegó plenamente» las discusiones para delinear un nuevo programa en Luis Cubeddu, que responderá directamente a las cúpulas del organismo. La salida de Valdés de las negociaciones con el país trasandino se produce tras varios meses de tensión con el presidente trasandino, Javier Milei, y su ministro de Economía, Luis Caputo, por las conversaciones en torno a un nuevo programa con el Fondo y por las ásperas críticas provenientes del mandatario argentino. NOTICIAS RELACIONADAS Milei vuelve a arremeter contra Rodrigo Valdés y lo acusa de tener «mala intención para con Argentina» Javier Milei le declara la guerra al FMI y apunta directamente en contra del economista chileno Rodrigo Valdés A fines de julio, Milei dijo que Valdés «tiene mala intención», que «no quiere que le vaya bien a la Argentina» y que «todo el tiempo está poniendo peros». «Para apoyar mejor el compromiso constructivo en curso con las autoridades argentinas, el director del Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, ha delegado plenamente las negociaciones del programa en Luis Cubeddu, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, jefe de misión para la Argentina, cuyo trabajo es supervisado directamente por la administración del Fondo», señaló la directora de Comunicaciones del organismo, Julie Kozac. La salida de Valdés de las negociaciones elimina un foco de tensión en las conversaciones entre el Fondo y la administración de Milei, pero difícilmente altere la discusión de fondo. El gobierno argentino buscaba desde hacía tiempo correr al ex ministro chileno de las discusiones, y el propio presidente se puso al frente de una durísima ofensiva para presionarlo a que se corriera de las conversaciones. Esa ofensiva había comenzado a fines de junio, cuando Milei criticó a Valdés, sin nombrarlo, durante una entrevista durante su última gira europea. El gobierno ya intentaba moverlo. Al criticar la herencia del periodo de Alberto Fernández, Milei apuntó contra funcionarios del gobierno anterior, pero también contra «un técnico del FMI con vínculos con el Foro de San Pablo» que «hizo la vista gorda», en referencia a Valdés. Luego, a fines de julio, Milei fue un paso más allá al fustigarlo duramente con nombre y apellido, y acusarlo de ser cómplice del «desastre» que dejó la gestión de Sergio Massa al frente del Palacio de Hacienda. «Hubo complicidad del jefe de la misión Argentina del FMI con el gobierno anterior. Rodrigo Valdés tiene mala intención manifiesta. No quiere que le vaya bien a Argentina. Él tiene otra agenda. Nosotros somos sobrecumplidores con todo, pero prefirieron apoyar el desastre de Massa. ¿Por qué el FMI le permitía todo a Massa? Nosotros sobrecumplimos todo y todo el tiempo están poniendo ‘peros’. Avalaba todo el desastre de Massa y a nosotros nos hace lo que nos hizo», dijo el presidente argentino. Más allá de la salida de Valdés, Kozack dejó dos pistas favorables al gobierno: dijo que “hay señales de una recuperación incipiente de la actividad económica y de los salarios reales”, y le dio un guiño a la decisión de Milei de vetar el aumento a los jubilados aprobado por el Congreso al remarcar “la importancia de cumplir los objetivos fiscales” para estabilizar la economía.

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