No al término anticipado: Megaproyecto de AES Andes resistido por astrónomos seguirá su tramitación ambiental
La iniciativa de US$10 mil millones recibió 31 páginas de observaciones de la Seremi de Medio Ambiente de Antofagasta. Uno de los puntos en cuestión tiene que ver con la contaminación lumínica en sectores de valor astronómico.

Ayer venció el plazo para que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) se pronunciara sobre el término anticipado del proyecto INNA, una iniciativa de hidrógeno y amoniaco verde de AES Andes que ha sido criticada por parte de la comunidad científica y que considera una inversión de US$10 mil millones. Esto, por la posibilidad de que su impacto lumínico afecte la observación astronómica, pues pretende emplazar cerca de dos observatorios en el norte de Chile, en la comuna del Taltal. La autoridad, así, al no ejercer la potestad, permite que el proyecto continúe con su tramitación. De todos modos la empresa a cargo -AES Andes- deberá aclarar las dudas surgidas en los organismos y subsanarlas. De aquello dependerá si en el futuro el proyecto se aprueba o no. NOTICIAS RELACIONADAS AES descarta que proyecto cause «gran contaminación lumínica» en zona de observaciones astronómicas en Antofagasta 22 Astrónomos de ESO advierten impacto de contaminación lumínica por proyecto energético cerca de telescopios 23 La iniciativa, de hecho, recibió 31 páginas de observaciones de la Seremi de Medio Ambiente de Antofagasta. Entre ellas justamente apunta a las emisiones de luminosidad artificial en relación a sectores astronómicos. Sobre estas, la Sociedad Chilena de Astronomía (Sochias) afirmó que las observaciones «son suficientemente graves como para que se dé término anticipado a este proceso de evaluación ambiental». «Estas operaciones industriales, asociadas con contaminación lumínica, turbulencias y polvo en suspensión, pueden comprometer significativamente e impáctar negativamente en el desarrollo de la astronomía en esta área», indicó también. La semana pasada la astrónoma María Teresa Ruiz había señalado en una carta a El Mercurio que el informe «es lapidario: documenta una evaluación inadecuada de su impacto lumínico, una subestimación de su área de influencia, así como un error grueso en la ubicación que propone, además de otras falencias». «A la luz de esta información, lo más sensato sería un rechazo temprano en el proceso de evaluación ambiental», indicó asimismo. Cabe destacar que el hecho de que el SEA no haya dado termino anticipado al proyecto no significa que este esté aprobado. Debe seguir con la tramitación y cumplir los requisitos en las etapas siguientes.