La carrera contrarreloj en Países Bajos para encontrar candidatos tras la renuncia de Rutte que «nadie vio venir»
Los partidos neerlandeses están sumidos en la búsqueda de figuras políticas que puedan encabezar sus listas electorales, tras verse sorprendidos por el anuncio de retirada del liberal Mark Rutte, un paso que nadie preveía a pesar de las crecientes críticas al primer ministro, lo que dejó a Países Bajos sin alternativa obvia. La caída del gabinete que gobierna desde enero de 2022 y la retirada política de Rutte auguran batallas en el escenario político de Países Bajos. Los medios locales de todas las tendencias políticas destacan este martes cómo «nadie lo vio venir» y «las consecuencias exactas son aún inciertas», pero «todo cambiará en el campo político de La Haya en los próximos meses».
Rutte, de 56 años, es el líder que más años ha servido como primer ministro en Países Bajos, y es el segundo de la Unión Europea (UE), por detrás del húngaro Viktor Orban. «Estoy a mitad de camino», dijo el liberal cuando se le preguntó el año pasado si planea dejar la política. «Tengo aún energía e ideas», añadió el viernes, lo que difuminó cualquier sospecha de que fuera a descabezar el escenario político de forma repentina. Ni siquiera ha dejado un sucesor claro en su propio partido, el liberal de derechas VVD. En una encuesta rápida hecha ayer por el programa público EenVandaag, los votantes apostaron por Klaas Dijkhoff, presidente del grupo parlamentario del partido entre 2017 y 2021.
«La idea que tengo de cómo quiero ser padre y esposo no es compatible con la imagen que tengo de cómo se debe entregar un primer ministro. Ya he tomado la decisión de no ser un político a tiempo completo», declinó Dijkhoff. Rutte lleva una discreta vida personal, y no tiene pareja conocida ni hijos, e incluso la oposición política ha destacado su entrega total a Países Bajos. Los nombres que circulan ahora dentro del partido son la ministra saliente de Justicia, Dilan Yesilgöz, y la presidenta del VVD en el Parlamento, Sophie Hermans.
Llamada Demócrata cristiana CDA también tendrá que elegir este verano a su candidato, después de que el ministro interino de Relaciones Exteriores Wopke Hoekstra, rechazara continuar liderando el partido. Tampoco quiere asumir ese papel Pieter Heerma, presidente de CDA. Los diputados demócrata cristianos Henri Bontenbal (40 años) y Derk Boswijk (34 años) suenan como opción. El liberal de izquierdas D66, socio de la última coalición, tampoco sabe quién lo liderará, puesto que Sigrid Kaag, ministra saliente de Finanzas, no tiene claro que quiera volver a ser candidata, y ya indicó que «sus hijas esperan que haga algo diferente» debido a las amenazas que recibe de la ultraderecha.
El ministro interino del Clima, Rob Jetten, se posiciona como posible sucesor, al igual que el presidente de D66, Jan Paternotte. En la izquierda, el socialdemócrata PvdA y los verdes GroenLinks, quieren ir juntos en las elecciones, siempre que sus miembros lo aprueben, pero tampoco tienen aún un líder. En este caso, suenan los nombres del comisario europeo Frans Timmermans, o la concejala de Ámsterdam Marjolein Moorman, ambos del PvdA. Donde están muy puestas las miradas es en el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB), que representa los intereses del sector agrícola y es hoy el partido más grande del Senado, tras su victoria en las elecciones provinciales de marzo.
Pero su líder, Caroline van der Plas, dice no verse como primera ministra, aunque sí podrá ser determinante en la formación del futuro gobierno, en un país tradicionalmente gobernado por coaliciones. Al BBB le gustaría atraer a Pieter Omtzigt, ex CDA y ahora diputado independiente, aunque este todavía no se ha pronunciado sobre su futuro, a pesar de su popularidad en las encuestas.
El periodo previo a las elecciones se augura turbulento y los resultados electorales pueden ser muy fragmentados en un país que tiene 17 partidos con representación parlamentaria, por lo que, tras las elecciones de otoño, podría ser necesario un largo periodo de negociaciones para formar gobierno y que no haya nuevo primer ministro hasta bien entrado 2024.
Los temas importantes como la política migratoria o el nitrógeno tendrán que esperar, puesto que un gabinete interino no podrá tomar decisiones políticas.
Rutte deja a Países Bajos con muchas incógnitas, pero también varios problemas pendientes. Conocido por su habilidad de esquivar crisis políticas durante 13 años de gobierno -solo uno de sus cuatro gabinetes terminó la legislatura-, Rutte ha sido criticado por la tensión actual con el campo para cerrar granjas dada la crisis del nitrógeno, y por la lenta reparación a las víctimas de los terremotos del campo de gas de Groninga y de la discriminación institucional por parte la Agencia Tributaria a ciudadanos de origen extranjero, motivo de dimisión de su tercer gobierno en 2021.
Fuente: Emol.com –