InternacionalTitular
Radiografía de Rosario: Las claves que explican el aumento de la violencia en la ciudad de Lionel Messi
El diario La Nación identificó los cinco ejes que demuestran cómo la ciudad argentina ha sucumbido ante el narcotráfico, una preocupación que se volvió nacional tras el ataque al supermercado de la familia política del futbolista.

Faltan policías y faltan gendarmes. Faltan fiscales y faltan jueces. Falta presupuesto y falta infraestructura. Pero, por encima de todo, falta decisión política y sustento institucional. Ese es el caldo que explica por qué la ciudad argentina de Rosario está como está desde hace ya demasiados años. El ataque a balazos al supermercado de la familia de Antonella Roccuzzo, esposa de Lionel Messi, que conmociona al país vecino, provocó hasta ahora apenas otra reacción espasmódica de quienes deben aportar soluciones
.
¿Cómo se explica, si no, que la ley 24.660 prohíbe de manera taxativa desde 1996 el uso de móviles en las cárceles y ordena «instalar inhibidores en los pabellones o módulos de cada penal» pero los capos criminales sigan ordenando asesinatos, balaceras y extorsiones desde sus celdas?
¿Cómo se explica, si no, que la Policía acumule una decena de jefes en Rosario durante la última década que en vez de sumar medallas en su pecho acumulan causas penales por sus vínculos con los clanes criminales?
¿Cómo se explica, si no, que los fiscales y jueces corajudos y decentes de Rosario –que los hay- tengan a veces que esperar hasta nueve meses para recibir el apoyo tecnológico que les permita acceder al contenido de un teléfono celular de un narco o de un sicario? Sí, nueve meses.
¿Cómo se explica, si no, que 19 senadores provinciales y la vicegobernadora tengan una partida presupuestaria «de Fortalecimiento Institucional» para repartir subsidios y hacer política que el año pasado fue dos veces más grande que el presupuesto de todo el Ministerio Público de la Acusación (MPA), la institución que agrupa a todos los fiscales y fiscalías de la provincia? Sí, los senadores repartieron 795,9 millones de pesos argentinos (4 millones de dólares) mientras que los fiscales recibieron $397 millones (poco más de US$2 millones).
Esos y otros hallazgos surgen de la investigación que durante seis meses desarrolló La Nación. Porque el huevo de la serpiente está en Rosario misma. Lo explican sus falencias institucionales, el retiro de las fuerzas de seguridad como elemento «regulador» del crimen, sus nichos de riqueza, sus cuevas financieras y sus bolsones de pobreza, su fragilidad ante los vaivenes económicos, su corrupción extendida. Y, también, su posición geográfica privilegiada –junto a la hidrovía y las rutas 11, 9, 33 y 34- que la convierten en un embudo de conectividad del Cono Sur.